El transcurrir del tiempo es maravillosamente inexplicable… casi tanto como implacable…
Una vez que se ha dado inicio a la rueda del tiempo, solo es cuestión de observar muy atentamente lo que ocurrirá.
Los meses son un cúmulo de semanas, y a su vez éstas semanas son un cúmulo de días.. horas.. minutos.. segundos.. instantes. Todos se suceden uno tras otro, formando la interminable cadena del sagrado Tiempo.
Todo cuanto ocurrirá se pronostica aún antes de saberlo. Tan sencillo como observar las señales, para entender el pronóstico: Si se vé el cielo muy nublado, se presagia tormenta.. si el cielo se muestra radiante y con sol, el pronóstico es favorable.
Observar..
Entender..
Decidir…